lunes, 26 de septiembre de 2016

EL DÍA QUE MIGUEL RÍOS DURMIÓ EN LOS CALABOZOS DE OVIEDO


Septiembre de 1982. San Mateo (Para el que no lo sepa, las fiestas de la capital astur). Y lluvia, mucha lluvia.

Miguel Ríos tenía programado un concierto en la plaza de toros para poner el cierre rockero al verano. Pero no podía salir todo bien. Con la gente ya dentro del recinto, se anuncia que el concierto se suspende. El equipo no se había cubierto, y estaba mojado por la lluvia, lo que podía provocar que los músicos se electrocutaran. 13.000 personas se quedan sin concierto a muy poco tiempo de que empezara. La gente empieza a protestar. Y si los ánimos ya estaban calientes desde antes de entrar, por la gente que intentaba colarse, y por el alcohol típico de las fiestas, acabaron por arder cuando el chófer de Miguel Ríos se subió al escenario, dio la espalda al público, y se bajó los pantalones. A la salida, se produjeron gran cantidad de incidentes (cristales de establecimientos rotos, señales de tráfico arrancadas, incluso llegó a arder algún coche de la policía). Esto provocó que las fuerzas de la ley cargaran con extrema violencia, provocando duros enfrentamientos con la gente que se había quedado sin concierto.

Alrededor de 4.000 personas se concentraron en la entrada del hotel donde el músico iba a cenar para increparle. Y si esto fuera poco para Miguel, en plena cena, unos agentes se personaron para detenerle y trasladarlo a la comisaría, donde permanecería hasta primeras horas de la tarde del día siguiente.

Como anécdota, cabe destacar que la entrada para ese concierto costaba 500 pesetas (unos 2.70 euros).


No hay comentarios:

Publicar un comentario